sábado, 19 de junio de 2010

Lo que contamina un iPad


El último “gadget” electrónico lanzado por la empresa californiana Apple, el iPad, está compuesto de 155 gramos de vidrio, 155 g. de pantalla, 125 g. de aluminio, 55 g. de plásticos, 45 g. de circuitos, 155 g. de batería de polímeros de litio y 40 g. de otros materiales distintos. En total, 730 gramos(1) de piezas ensambladas en China y distribuidas en barco y avión por medio mundo.
Como cualquier producto, esta tableta supone un impacto ambiental en las fases de fabricación, transporte, uso o residuo. Sin embargo, para Greenpeace Estados Unidos, lo más destacado en este caso no está tanto en el propio dispositivo, sino en el cada vez mayor uso de Internet que se va a hacer a través de este tipo de aparatos y en el consumo de energía de servidores de compañías como Google, Apple, Microsoft, Yahoo!, Facebook...
Según la información facilitada por la empresa Apple, una tableta iPad supone emitir en todo su ciclo de vida unos 130 kilos de CO2. Esta estimación debe ser tomada con mucha cautela, puespuede cambiar mucho en función de cómo se calcule o del país en el que se encienda el dispositivo. Con todo, sí que vale para compararlo con otros productos de Apple para los que se ha utilizado la misma metodología, siendo entonces casi tres veces las emisiones estimadas para un móvil iPhone o más de cinco veces las de un reproductor de música iPod. Pero también, al contrario, 2,6 veces menos que las de un portátil MacBook o diez veces menos que las de un ordenador de sobremesa iMaccon pantalla de 21,5 pulgadas.
Estos datos de la compañía californiana sugieren también que la mayor cantidad de emisiones causantes del cambio climático de un iPad se darán durante su utilización por parte del consumidor (un 49%), siendo menores las de la fabricación del dispositivo (45%), las del transporte (5%) o las de su reciclaje (1%). Aunque las emisiones generadas por su uso (derivadas de la energía eléctrica utilizada para su funcionamiento) dependerán fundamentalmente de las horas que esté encendido, del tipo de centrales del que salga la energía en el país donde se enchufe y de cuánto se prolongue la vida del aparato (Apple estima las emisiones para un periodo de tres años). Además, habría que valorar también si este impacto al encender un iPad significa dejar de consumir otros productos electrónicos o de papel que pueden generar más o menos emisiones.
Como reconoce la propia organización ecologista Greenpeace, el iPad supone un avance en la eliminación de productos químicos que pueden ser peligrosos. En la fabricación de la tableta no se ha utilizado(2) arsénico (usado en el vidrio de la pantalla), retardantes brominados (BFR) o plástico PVC. Tampoco se ha empleado mercurio, pues en la pantalla de cristal líquido de 9,7 pulgadas de este dispositivo se usaretroiluminación por LED. Y en este punto, hay que incidir en que una tableta como el iPad no es lo mismo que un libro electrónico o un e-book, pues mientras el primero se sirve de una pantalla como la de otros aparatos electrónicos, en el segundo se emplea un sistema que no requiere de retroiluminación (gasta muy poca energía) y que utiliza lo que se denomina tinta electrónica.
“En Apple eran muy malillos en esto de los químicos, pero han avanzado bastante en sustitución de tóxicos y químicos peligrosos, y esto en parte ha sido gracias a Greenpeace y su campaña ‘Green my apple’”, comenta Julio Barea, responsable de Contaminación de Greenpeace España. Los ecologistas colocan a la compañía presidida por Steven Jobs en la mitad de su ranking verde de electrónicos, que está encabezado porNokia y Sony Ericsson, y en el que destacan en las últimas posiciones empresas como Nintendo o Microsoft.
Con todo, en el caso de un producto tecnológico como el iPad, su impacto sobre el medio ambiente no se limita al del propio dispositivo, pues se espera que estos nuevos aparatos (sean de Apple o de otras marcas) contribuyan también a cambiar hábitos de consumo y hacer que cada vez se recurra más a Internet para leer libros, buscar noticias, escuchar música, ver vídeos, almacenar y ver fotos, relacionarse con otros en las redes sociales… Enormes cantidades de información y datos que deben almacenarse en lo que se denomina “la nube”, es decir, en servidores de compañías como Google, Apple, Microsoft, Yahoo!, Facebook..., que tendrán cada vez un mayor gasto de energía. Esto es lo que considera un informe de Greenpeace EEUU,"Make IT Green”, que se presentó coincidiendo con el lanzamiento de la tableta de Apple.
Según este trabajo, al ritmo de crecimiento actual, los centros de datos que mantienen esta nube triplicarán su consumo de energía para 2020 y esto puede tener una gran incidencia en emisiones de CO2 causantes del cambio climático si no se utilizan fuentes de energía renovable. Lo que de momento parece que no ocurre, pues gran parte de la electricidad usada por los grandes centros de datos de EEUU proviene de centrales de carbón, las que más CO2 emiten. Es el caso, de las instalaciones de Google en Lenoir (Carolina del Norte), con un 50,5% de energía de plantas de carbón; las de Microsoft en Chicago (Illinois), con un 72,8%; las de Yahoo! en La Vista (Nebraska), con un 73,5%...
“La forma equivocada de ver esto es comparando cómo de verde son los medios digitales frente a los tradicionales (lectores electrónicos frente a libros de papel)”, asegura Greenpeace EEUU. “Los medios digitales son el futuro y deben utilizar energías renovables. Esa es la pregunta realmente importante que hay que contestar y el desafío para todas las compañías líderes en la carga de la nube: ¿La nube será verde o marrón?”.

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